Y QUE DE LAS FALSAS PROMESAS
Por Ing. Eduardo Riqueros Raygada
La importancia de la sostenibilidad de nuestra democracia nacional y regional, pasa sin lugar a dudas, por tener que reconocer que esta se sostiene fundamentalmente en nuestra acción o inacción, ser ciudadanos activos o ciudadanos pasivos, lógico es pensar que nuestros gobernantes prefieren a los ciudadanos pasivos, convertidos en ciudadanos dóciles e indiferentes, llevados como un rebaño de ovejas, sin preguntar adónde son llevados y murmurando a media voz.
Es necesario indicar, que en toda democracia se respeta las libertades de todos, y cada ciudadano tiene sus derechos amparados por ley; asimismo, es un deber ciudadano participar en el fortalecimiento ideológico o programático,etc, de los partidos políticos, y emitir nuestro derecho al sufragio responsablemente, para elegir a los gobernantes que más convengan a nuestro país y/o región, razón por la cual, a través de este voto responsable, ejercemos nuestro derecho a controlar el poder.
Es necesario indicar, que en toda democracia se respeta las libertades de todos, y cada ciudadano tiene sus derechos amparados por ley; asimismo, es un deber ciudadano participar en el fortalecimiento ideológico o programático,etc, de los partidos políticos, y emitir nuestro derecho al sufragio responsablemente, para elegir a los gobernantes que más convengan a nuestro país y/o región, razón por la cual, a través de este voto responsable, ejercemos nuestro derecho a controlar el poder.
La realidad de nuestro país o región, requiere de la eliminación en lo posible de las falsas promesas, en virtud que el desarrollo económico y social, es complejo, y requiere ciertamente de una capacidad técnica, si bien es cierto, para gobernar no se requiere ser tecnócrata, es necesario señalar que se necesita convocar y hacer participar a expertos en los planes de gobierno , ya que la necesidad de desarrollo integral de nuestro pueblo, pasa de todas maneras por la exigencia de llamar a los técnicos y dejar de lado las falsas promesas, que deterioran nuestra democracia.