PROMOCIÓN
DE LOS PEQUEÑOS PRODUCTORES AGRARIOS
Por
Ing. Eduardo Riqueros Raygada
En el Perú, aproximadamente el
70 % de los alimentos que consumimos proviene de pequeños productores agrarios,
quienes trabajan en terrenos reducidos y enfrentan múltiples desafíos. Su
esfuerzo garantiza el abastecimiento alimentario de nuestra población y reduce
la dependencia de las importaciones. Sin embargo, estos productores enfrentan
problemas estructurales que limitan su productividad y competitividad, lo que a
menudo los empuja al empobrecimiento y la migración del campo a la ciudad.
Es fundamental implementar
políticas y estrategias que potencien su capacidad productiva mediante un apoyo
económico y tecnológico efectivo. Estas medidas deben buscar incrementar su
productividad, fomentar su asociatividad, promover su tecnologización y
asegurar que su actividad sea sostenible, inclusiva y próspera.
Desafíos principales
1. Fragmentación de la tierra:
La mayoría de los pequeños productores operan en minifundios, lo que limita las
economías de escala y dificulta la inversión en tecnología.
2. Falta de acceso a
tecnología y financiamiento: La baja mecanización y el acceso limitado a
insumos de calidad reducen significativamente la productividad.
3. Débil organización y asociatividad:
La ausencia de cooperativas o asociaciones fuertes impide que los pequeños
agricultores accedan a mercados más grandes o negocien mejores condiciones de
venta.
4. Escasez de capacitación
técnica: Muchos productores carecen de conocimientos sobre buenas prácticas
agrícolas, manejo sostenible del suelo y cultivos de alto valor.
5. Falta de infraestructura y
recursos hídricos: La baja disponibilidad de tierras irrigadas y la deficiente
infraestructura de riego limitan el aprovechamiento de terrenos potencialmente
productivos.
Soluciones para potenciar a
los pequeños productores
1. Fomentar la asociatividad y
cooperativismo
Es crucial promover la formación de
cooperativas agrícolas que permitan a los pequeños productores organizarse y acceder
a mejores condiciones de mercado. A través de estas asociaciones, pueden
adquirir insumos a menores costos, comercializar sus productos en conjunto,
acceder a financiamiento colectivo y compartir maquinaria moderna.
2. Acceso a tecnología y modernización
agrícola
- Subsidios y créditos blandos: Establecer
programas de financiamiento con tasas de interés accesibles para la adquisición
de maquinaria agrícola, sistemas de riego tecnificado y semillas de alta
calidad.
- Innovación tecnológica: Facilitar el
acceso a tecnologías de precisión, como drones, sensores y software para
monitoreo de cultivos. Esto permitirá optimizar el uso de recursos y aumentar
los rendimientos.
- Transferencia de conocimiento: Crear
centros de capacitación en técnicas agrícolas modernas y sostenibles, apoyados
por universidades y entidades especializadas.
3. Ampliación de la frontera
agrícola
En regiones como Piura, donde existen vastas
áreas de tierras deforestadas y degradadas, se deben implementar programas de
rehabilitación de suelos y proyectos de irrigación. Incorporar hectáreas adicionales a la actividad agrícola, como lo sugieren estudios
técnicos, podría aumentar significativamente la capacidad productiva de la
región.
- Proyectos de riego tecnificado: Invertir
en infraestructura hídrica para aprovechar eficientemente los recursos
disponibles y garantizar un suministro continuo para la agricultura.
- Reforestación y conservación: Diseñar
programas de manejo sostenible de tierras, combinando cultivos agrícolas con
prácticas de reforestación.
4. Apoyo a la diversificación
productiva
Además de producir alimentos para el consumo
interno, los pequeños agricultores deben ser incentivados a cultivar productos
con potencial de agroexportación. Esto incluye:
- Identificación de cultivos de alto valor
en función de las condiciones climáticas y del suelo.
- Programas de apoyo para cumplir con
estándares internacionales de calidad y certificación.
5. Fortalecimiento de las
políticas públicas
- Planes específicos para minifundistas:
Diseñar políticas agrarias orientadas específicamente a pequeños agricultores,
asegurando que reciban recursos proporcionales a su importancia en la seguridad
alimentaria.
- Inversión pública estratégica: Aumentar
los presupuestos destinados a la agricultura familiar, especialmente en
infraestructura, capacitación y acceso a mercados.
6. Mejora en la
comercialización
Crear mercados locales y regionales bien
organizados, con plataformas digitales que conecten a pequeños productores
directamente con consumidores y grandes compradores, eliminando intermediarios
que reducen sus ingresos.
Conclusión
Los pequeños productores
agrarios son la base de la seguridad alimentaria del Perú, pero enfrentan
múltiples retos que limitan su desarrollo. La solución pasa por una combinación
de políticas públicas inclusivas, innovación tecnológica, infraestructura
adecuada y un fortalecimiento de las capacidades locales.
Promover la asociatividad,
tecnificar la producción, diversificar cultivos y ampliar la frontera agrícola
son pasos esenciales para garantizar la sostenibilidad de la agricultura
familiar. Solo mediante un apoyo decidido y planificado podemos asegurar que
estos actores continúen abasteciendo de alimentos a la población y
contribuyendo al desarrollo económico y social del país.