¿ADONDE VAMOS?
Por Ing. Eduardo Riqueros Raygada
Sin lugar a dudas la corrupción, aparece por todos
lados en nuestro país, impulsando el descredito de la política en la población,
el político abusa del poder delegado, afectando el desarrollo económico y
social de todos. El crecimiento desmedido de la corrupción afecta la
legitimidad y el buen funcionamiento de las instituciones, y la gran
interrogante es que se puede hacer ante este gran monstruo.
Lo que se tiene que alcanzar a ver, es que el inicio
del ciclo de la corrupción, arranca desde las campañas electorales en
donde los partidos colocan a candidatos, que tienen expedientes fiscales de
corrupción abiertos; asimismo, algunos partidos recurren al financiamiento
oscuro e ilegal, haciendo de su campaña el clientelismo y los regalos a cambio
de votos; si logran ganar o estar en el sistema político, tienen que retribuir
al financista en obras; todo lo cual, representa los inicios del desastre.
Es necesario también entender que la conducción del
Estado, requiere de conocimiento para enfrentar la corrupción, pues el diseño
de políticas públicas claras y certeras en el sistema de contrataciones y en la
gestión eficiente y transparente de los recursos públicos, requiere de
candidatos que tengan una clara trayectoria de honestidad y eficiencia, y que
sepan rodearse de equipos de trabajo capacitados técnica y
moralmente.
La realidad difícil por la que atraviesa nuestra
democracia, exige que todos los ciudadanos tengamos plena conciencia, que
nuestro país requiere una mejora en nuestra conducción política y en la
gobernabilidad, y en dicho proceso se requiere -de la toma de conciencia de
todos- de tal manera que podamos identificar con claridad los vicios que nos
afectan, y podamos enmendar los errores; de tal manera, que no tiremos por la
borda nuestro desarrollo, y podamos en virtud de la adopción de las medidas
necesarias, recuperar nuestro crecimiento económico y social. De más esta decir
que analizaremos otros aspectos sobre este tema en otros escritos.