BENDICIÓN O MALDICIÓN

Bendición o Maldición
Por Ing. Eduardo Riqueros Raygada

Tenemos que entender con claridad, que para impulsar la creación de riqueza en nuestro país y regiones, pasa indefectiblemente por priorizar un sector de nuestra economía, en este caso la agricultura, la misma que ancestralmente ha sido utilizada.
Sin lugar a dudas, la recurrencia del fenómeno del niño, en nuestras tierras, marca un norte, o la consideramos una maldición para nuestros pueblos, o en virtud de una readaptación de nuestros planteamientos le sacamos provecho, de tal manera que podamos manejar las lluvias, escurrimientos y ríos. Todo ello con la finalidad, de crear el escenario propicio para nuestro desarrollo económico, social y aminorar su impacto en nuestros pueblos.
Muchos expertos indican, que las lluvias del fenómeno del niño, debidamente utilizadas permiten restaurar la flora útil de los desiertos costeros, quebradas conexas, recargar acuíferos, expandir la frontera agrícola permanente y temporal, reforestar pampas y lomas, etc.
Por lo expuesto, debemos de tener en claro, que nuestras autoridades y los que quieran llegar a serlo, deben de estudiar a profundidad todas las variables alrededor de este fenómeno, de tal manera, que se puedan adoptar las medidas necesarias a tiempo, para reconvertir este fenómeno en una bendición, que nos traiga beneficios reales y potenciales, en vez de perjuicios por inoperancia de todos.